Según el tipo de deporte, la intensidad, la dedicación y la edad en la actividad deportiva hay que adecuar la ingesta de alimentos para su correcto aporte.
Nutrición diaria: es necesario alimentarse correctamente a diario, siguiendo una dieta equilibrada, nuestro organismo necesita diferentes nutrientes para que todo funcione correctamente.
Nutrición para entrenar: debemos hacer algunas variaciones en nuestra nutrición para afrontar el desgaste al que vamos a estar sometidos.
Los aportes específicos antes, durante y después del ejercicio son esenciales. Si practicas deportes aeróbicos de media y larga duración, como running, unos días antes de la prueba hay que aumentar la ingesta de hidratos de carbono. De este modo, estaremos almacenando azúcares complejos que producen energía.
Nutrición en las horas previas a la competición: además de los hidratos de carbono, aumenta el consumo de proteínas y no olvides la hidratación. Los nutrientes que necesitaremos cada uno de nosotros dependerá del deporte que practiquemos, de la duración e incluso de las condiciones climatológicas del momento.
Nutrición tras la competición: es necesaria una comida rica en hidratos de carbono (HC) para favorecer la rápida reposición de glicógeno en los músculos y en el hígado, que fue agotado durante las pruebas. Cuando el agotamiento ha sido considerable, esta reposición puede marcar la diferencia entre una buena y una mala prueba si se compiten varios días seguidos.